Por:
Sergio Rodríguez
Agradecimientos:
Las tupamaras
Escuela de Medios sin comillas 2019
Somos una casa, pero también somos un grupo político, que tiene una postura, que tiene un discurso, que hablamos de lo que nos gusta, hablamos de los que nos empodera, sentimos que somos una guerrilla queer, una guerrilla de género, de protesta, una guerrilla maricona.
En la tarde del domingo 23 de septiembre en Chapinero, Las Tupamaras y Carolina Bonilla (bailarina profesional, voguer y estudiante universitaria) organizaron un KIKI session para que, quien tenga interés en el vogue se informaran de la cultura alrededor del baile y, tal vez lo más importante, ver cómo cada uno de los asistentes podría ayudar a la consolidación de una escena bogotana. Jona Tamara, contando sobre el origen del mariqueo, como ellas lo llaman «Lo que ellos empezarona hacer fue a unirse, a hacer fiestas muy escondidas donde solo participaban ellas en horas de la noche. Por lo general las fiestas iniciaban 2 o 3 de la mañana.
Y si bien nace en Harlem, Nueva York, en los años 80 se popularizó mundialmente gracias a la canción Vogue de Madonna en los años 90 y el documental Paris is Burning de Jenni Livingston de 1991.Inspirado en los reinados de belleza y en las pasarelas de moda, se dice que la comunidad ballroom tiene sus inicios en los años 20 donde sus encuentros eran en espacios de máxima clandestinidad y donde las personas drags podían expresarse libremente. Habían encontrado un espacio para compartir, vivir y ser así fuera por unos instantes quienes deseaban ser sin sentir el rechazo de la sociedad y lo que les era socialmente imposible.
Categorías como College boy, Butch Queen fueron creadas por la comunidad, para darle, a esos cuerpos, esas posibilidades que les habían negado. Los participantes de cada categoría son calificados por sus habilidades para el baile, la pasarela, vestuario y actitud, en el que participantes se enfrentan entre sí buscando quién es mejor, quién puede más, quién hace el mejor atuendo. El desfile ballroom se convirtió así en un escenario de batallas y de shade como se le es llamado en la escena.
Las casas de la cultura ball y vogue se erigieron y organizaron para que las personas trans y homosexuales que eran expulsadas de sus hogares por su orientación sexual, por su identidad de género y sin tener a dónde ir pudieran ser acogidas para ser ellas mismas, para expresarse y dejar de sentirse parias de una sociedad blanca y patriarcal. Hoy pertenecer a una casa ya no es estar dentro de paredes y techos, es un vínculo más emocional, en el que pueden estar a kilómetros de las mainhouses de New York o París y sentirse en familia gracias a que lo digital ha facilitado estar en contacto unos con otros. Ahora bien, en las casas, como en todas las casas (sí, como la suya) hay jerarquías, responsabilidades, compromisos. Entonces está el padre o la madre, o juntos, quiénes dirigen, delegan tareas, dan órdenes, castigan, premian (como en su casa). También están los emperadores, príncipes y hermanos.
El emperador tiene toda la confianza del padre, quien se queda a cargo de la casa y supervisar las actividades y velar por los demás hermanos durante ausencias del padre o la madre. El príncipe es quien busca ser emperador, ayuda al emperador y es responsable de sus hermanos a cargo. Además, emperadores y príncipes son canales de comunicación entre los miembros de la casa, si alguien no puede comunicarse directamente con el padre o madre para eso están los emperadores y príncipes. José De La Blanca explica que hay conductos regulares y para eso están los títulos dentro de la casa: «dependiendo de esos títulos, tu te acercas entonces y si no puedes hablar con tu padre te diriges al emperador o hablas con algún príncipe, pero no pasas por encima de los esquemas que ya están, entonces sí hay cosas que hay que obedecer».
Ahora, el capítulo Colombia. Las mainstream hauses sólo están en New York y en París, en los demás países hay capítulos, como pequeñas sucursales, que se organizan bajo la jerarquía de un emperador o príncipe. Pero no es que haya una pequeña casa De La Blanca en Bogotá, «nos reunimos donde podamos. Nos gusta ir de pronto a una fiesta. Ese día puede ser nuestro escenario para ensayar y que la gente vea; aquí en un parque, en la academia donde bailamos, pero no tenemos un lugar» explica José De La Blanca.
Carolina Bonilla es bailarina profesional y estudiante de psicología. Tiene 24 años. Desde siempre ha bailado y sus padres le cuentan que siempre estaba moviéndose. Pese a que su familia no tenía muchos recursos estudió en un colegio de familias que sí los tenían, por lo que sus compañeras la «pordebajeaban». En el colegio estaba en todo lo que fuera baile tanto que en el anuario aparece «razones por la que es conocida: por bailar en todo».
A los doce años entró a la Compañía colombiana de danza, estudió ballet y conoció, por algunos brochazos, la danza urbana y el hip hop. Pero una vez más el dinero era un problema, pese a estar becada tenía que pagar una parte. Una vez salió del colegio decidió dedicarse del todo al baile pero por un problema en una pierna se planteó un plan b. «Mi cuerpo es mi instrumento y si me pasa algo me quedó varada en la vida. Siempre me a gustado mucho escribir, entonces me metí a estudiar pero nunca he dejado el baile.Siempre que me preguntan qué hago, yo digo: «soy estudiante de psicología y bailarina”.
No se si el baile sea mi prioridad más grande. A veces creo que sí lo es, lo que sí es cierto es que está siempre ahí, 100% presente en mi vida. Yo creo que a cualquiera que me conoce le voy a mencionar que tengo el baile, porque es algo que está muy pegado a mi».
Por estar en el mundo de la danza fue escuchando, poco a poco, del vogue, pero no había una figura (hoy se están consolidando) o un representante en Colombia. Carolina vio una presentación de Pop Corn, un grupo de Medellín que parecen ser los primeros en hacer vogue en el país, «el problema es que ellos no se metieron de lleno, y mucha gente no los tiene en cuenta, pero ellos fueron los primeros y yo vi el show y dije ¡wow ! , me encanta» C ».
Los De La Blanca son muchos y están en Australia, Reino Unido, Chile, Filipinas y por varias ciudades en Estados Unidos. Para José «ese es el vínculo que tenemos como familia, y es el tu poder hablar con personas de otros países y compartir esa información es loquisimo y decir yo te envio mis videos, mira tu los mios, somos hermanos, nos tratamos como hermanos».
Julián «Oshun» De La Blanca, Julián fue emperador de la casa Ninja, fue parte de la casa Xtrodiner, de la casa Diva, «se crió junto con Héctor Stravaganza, entonces Héctor es su papá» cuenta José De La Blanca. Estas mainstream haus pueden tener casas hermanas o aliadas, José De La Blanca explica que les «contaban un poco de los stravaganza, ellos fueron aliados de diva house, de extordiner creo que fue la otra o Magnific no recuerdo, y más adelante se hizo hermana De La Blanca, entonces son dos casa aliadas».
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