Por:
Yandry Polanco
Fernanda Silva
María Angélica Velez Quiroga
Arley Lozada
Escuela de medios sin comillas 2022
Mesetas
Hablamos con dos mujeres gestantes de la Nueva Área de Reincorporación (NAR) Darío Gutiérrez, en el departamento del Meta, quienes nos contaron cuáles son los obstáculos que enfrentan las mujeres para dar a luz a sus hijos e hijas de manera segura.
La NAR Darío Gutiérrez está ubicada en la inspección de La Julia del municipio de Uribe, allí habitan alrededor de 72 personas entre las que actualmente hay dos mujeres embarazadas y cinco niños que han nacido en los últimos dos años.
La NAR se conformó en 2017 a partir de un grupo de 46 personas, ubicadas inicialmente en el Antiguo Espacio de Capacitación y Reincorporación de Colinas, en Guaviare, que no vieron las garantías necesarias ni el espacio adecuado en dicho territorio para avanzar en su proceso de reincorporación. En la NAR, los firmantes de paz y la comunidad han puesto en marcha tres líneas de proyectos productivos (ganadera, ecoturística y agrícola). Sin embargo, reconocen que la seguridad es un asunto difícil: cuentan con un sólo esquema de seguridad colectiva para toda la comunidad y manifiestan que eso no es suficiente.
Respecto al acceso a la salud, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) señala que el 100 % de la población se encuentra activa al sistema de seguridad social en salud, sin embargo, algunas personas consideran que esto no asegura que la atención sea oportuna y de calidad.
Daily vive en la NAR, tiene 36 años y trabaja como agente escolta de la Unidad Nacional de Protección. Hace parte del régimen contributivo y está afiliada a la Nueva EPS. Para Daily un día de control prenatal implica planificar con un día de anterioridad ya que el viaje de la vereda La Pista al Hospital Departamental de Granada, de tercer nivel, demora más de cinco horas. Aparte del gasto en su transporte, debe contemplar para su alimentación y hospedaje.
La ARN señala que la ruta de atención para mujeres gestantes firmantes de paz y habitantes de AETCR y NAR es la siguiente:
En caso de que existan barreras de acceso, la ARN media con el centro de salud municipal para conseguir una cita.
Sin embargo, en la práctica esta ruta de atención presenta enormes dificultades para su implementación efectiva.
Carolina, de 20 años, hace parte del régimen subsidiado y está afiliada a la EPS Capital Salud. Mencionó que uno de los principales obstáculos es que no puede hacerse los controles cada mes debido a que no hay siquiera un puesto de salud o enfermería dentro de la NAR. Por esta razón, ha tenido que desplazarse a tres lugares diferentes, la vereda El Placer, la vereda La Primavera y la inspección de La Julia, todas del municipio de Uribe.
En el caso de La Julia, las mujeres manifiestan que normalmente no las atienden pues no suele haber un médico disponible. El único médico ginecobstetra que ha atendido esporádicamente allí lo hacía por colaborar dado que era un médico asignado a la cabecera municipal de Uribe.
Según Ximena, no ha tenido una atención adecuada. Varias veces las citas se las han asignado para fechas muy lejanas, lo que la ha obligado a pedir una atención particular en el puesto de salud de La Julia que cuesta alrededor de 30 mil pesos.
Algunas de las razones que impiden el acceso a servicios de salud adecuados para las mujeres gestantes del NAR es que al ser zonas rurales muy alejadas de algún centro de salud o de alguna zona urbana se complica un poco la atención. Además a ello se suma la tramitología de las EPS para la autorización de procedimientos de acceso a exámenes médicos que puedan garantizar la atención primaria y secundaria de las maternas, señala Arley Lozada, enfermero con diez años de experiencia en Villavicencio.
El sistema de salud en Colombia pareciera ser muy bueno, pero a la hora de la práctica y más en comunidades alejadas, es muy complicado. Daily, 36 años.
Según estudios de la Organización Mundial de la Salud, lo necesario sería que la mujer pueda tener acceso al menos a cuatro controles prenatales durante todo el embarazo, realizados por médico general y personal de enfermería. Además, documentos de la Secretaría de Salud de Bogotá y la Asociación Bogotana de Obstetricia y Ginecología indican que se debe realizar una valoración para establecer el nivel de riesgo del embarazo, con base en lo cual se decide si es necesaria atención especializada.
A pesar de ello, estos servicios no se pueden garantizar en la NAR Darío Gutiérrez, ya que como lo manifiesta la ARN la gestión de acceso a salud se hace ante el Sistema dispuesto a nivel nacional liderado por instituciones específicas, por lo que se continuará el acompañamiento y seguimiento a los diferentes casos que se presenten en salud por demanda. Esto quiere decir, a petición de la gente, lo que conlleva en muchos de los casos a no acceder a tiempo a los servicios que necesitan.
Uno de los conductores escolta de la NAR Darío Gutiérrez, que ha llevado a varias de las mujeres gestantes a los controles, explicó que en una de esas ocasiones una de las compañeras que transportaba en el vehículo se sintió mal y le dieron ganas de vomitar, a lo que hizo fuerza al vomitar sintió como si se le hubiera salido algo, le colocamos los pies hacia arriba hasta el puesto de salud, la dejamos ahí y como a los quince minutos tuvo el bebé.
Por su parte, la ARN asegura realizar seguimiento a las solicitudes, recomendaciones y propuestas sobre el sistema y acceso al derecho de la salud por medio de reuniones periódicas con participación del representante del Centro de atención de salud de la cabecera municipal de Uribe, Meta, identificando así la disponibilidad de atención local, sus límites y las gestiones para la ampliación de capacidades. Las mujeres del Darío Gutiérrez exigen que haya un mayor compromiso por garantizar una maternidad segura y el acceso a la salud de las mujeres gestantes.
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